miércoles, 31 de enero de 2007

SMS

Pongamos que hablo de un chaval de 16 años que llega nuevo a un colegio. Acostumbrado a sus compañeros de toda la vida se encontró de repente solo en medio de una clase llena de caras desconocidas. Pero...¿solo? ¡No! Un pequeño reducto teresiano habitaba en esas aulas.

Durante los primeros días, este chaval recuerda haberse situado en una esquina, en el gueto de los intrusos. También recuerda que el profesor de Ecología (a esas alturas él ya sabía perfectamente lo que era un ecosistema) le hiciera salir el segundo día al paredón, a ser acribillado a preguntas, delante de 30 pares de ojos que se clavaban en él. Incluso recuerda algunos de esos ojos (azules, en particular) recorriendo su cuerpo de arriba abajo haciendo la situación más tensa todavía. Aturdido, recorrió su audiencia con la mirada buscando auxilio. Entonces, alcanzó a atisbar un par de ojos que le sonrieron, haciendo que el chaval se sintiera reconfortado.

Pasaron los días y el chaval pensó que merecía la pena conocer a la dueña de aquellos ojos. Se acercó a ella sigilosamente, desplegando las pocas tácticas que la edad le permitía conocer y, aunque torpe, consiguió al menos que aquella chica fuera a tocarle el culo de vez en cuando. Pero hubo un día que decidió dar un paso más y, rebuscando en la agenda de una gata pelirroja, consiguió el teléfono de la chica de los ojos sonrientes. Aquella tarde le escribió un mensaje con la letra de una bonita canción, ocultando su número (o al menos, eso pensó él).

El curso avanzó y poco a poco esas ganas de jugar del chaval se fueron pasando, mientras que iba surgiendo una nueva amistad. Y llegó la tarde en la que tuvo que escribirle un mensaje por asuntos del colegio. Imaginad la cara del chaval cuando, al recibir el mensaje de contestación, leyó: "Así que tú fusite el del SMS, el de la letra de la canción". E imaginad la cara del chaval esta tarde, cuando lo recordó.

jueves, 25 de enero de 2007

La buena vida del estudiante

Lo reconozco, soy malvado. Tan perdido estoy entre tipos de soldadura y máquinas de mecanizado (imposible imaginar que existía tal cantidad de tipos de agujeros que se le pueden hacer a una pieza) que os he ciber-abandonado. Pero después de un emilio de aviso de una fan, tendré que actualizar contando esta mini-historia (por otra parte, interminable).

Érase una vez un loco alto con una mochila bandolera. Normalmente paseaba con su amiga la loca que siempre llevaba carpetas de colores. Algunos días incluso se ponían de acuerdo inexplicable y telepáticamente y paseaban vestidos iguales, con vaqueros y jersey y zapatos negros. Sea como fuere, los dos tenían un pacto: horrorizarse juntos con la idea de morir electrocutados con 5 voltios de corriente continua en los laboratorios de su escuela. Cuando finalmente conseguían salir con vida, se repartían el trabajo para hacer un informe de prácticas cuyo destino no sería otro que ser ignorado. Los dos locos tenían una amiga chipá chipá chiparra con la que habían pasado muchas horas sufriendo en el zulo del edificio menos funcional de la provincia de Málaga.

Ocurrió que llegó el mes de los agobios, y de la falta de horas (principalmente de horas de sueño). Después de una tarde que tendía a infinito, el loco de la mochila bandolera y su amiga chiparra caminaban en la soledad de las calles del centro cargados con sus ordenadores, cuando se encontraron con una extraña criatura de la noche. Durante unos interminables segundos, el paso del loco, la chiparra y el personaje surgido de la oscuridad se aceleró, al igual que el pulso de los dos primeros. Por un lado ella pensaba en lo que podría haber pasado si hubiese estado sola, mientras que él pensaba si sería mejor salir corriendo o directamente liarse a portatilazos (¿para qué andarse con diplomacia?).

Al día siguiente, el loco se alegró de no haber utilizado su portátil para medir la dureza de la cabeza de aquel peculiar personaje. Muy entretenido escuchando Madonna y Fangoria en su danielo-pod, durante unas cuantas horas estuvo terminando el informe que aún tenía pendiente con la loca de las carpetas de colores. Mayúscula fue su sorpresa cuando, al borde de la medianoche, descubrió que el danielo-pod había decidido olvidar todo lo que tenía en su memoria, incluyendo el trabajo de esa tarde. Así que no le quedó más remedio que dedicarse a jugar con tablas y gráficas unas cuantas horas más, mientras se cagaba en el desarrollo tecnológico.

Y cuando hubo terminado, soñó.

miércoles, 17 de enero de 2007


Do you want me around you?
Do ya?
Or do you want me to vanish?
Do ya?
Do you want me to stay here?
Do ya?
Or do you want me to go now?
Do ya?

jueves, 11 de enero de 2007

Aquellos maravillosos años

Puede decirse que era el año 98 cuando empezó todo. Era la edad de la efervescencia hormonal, con su acné y su pavo. Una panda de nuevos adolencestes se pasaban las tardes de los viernes en la oscuridad de una tetería, hablando de Pepas y Robertos, mientras se forjaban lazos que duran hasta hoy.

Entonces, en la penumbra de las excursiones de este grupo de pavos, el pavo él y la pava ella comenzaron a mirarse de otra manera. Y se dieron cuenta de que querían conocerse algo más. La pava ella iba a ver al pavo él a algún partido de baloncesto, y convencía a su amiga (la amiga pava de la pava ella) para esperar a que el pavo él se sentara en clase de francés y así poder estar cerca.

Ocurrió que hubo un día en el que sólo tuvieron ojos para sí. Y durante un tiempo no pararon de mirarse. Fue corto, pero fue la primera vez que al pavo él le sudaron las manos, y la primera vez que se le secaba la boca sin necesidad de hablar. Y una mañana de convivencia, entre charlas y misas, fue la primera vez que sintió y dijo te quiero.

Además, la amiga pava de la pava ella se convirtió en una gran amiga pava del pavo él. Tanto que los profesores de Inglés y Física rumoreaban por la escalera sobre la causa de los labios cortados de ella, y los monitores de alguna excursión hacían lo propio cuando los dos iban a por un vaso de agua.

Los tres compartieron una etapa de sus vidas, que desembocó ayer en una quedada en el Café con libro. Recordaron muchos de esos momentos, que aunque en su día fuesen todo un mundo complejo lleno de aristas, hoy son motivos de muchas sonrisas y de grandes cantidades de cariño. Para mí, lo de ayer fue una situación más a recordar. El reencuentro de los tres pavos.



Igual que Clara del Valle tenía sus cuadernos de anotar la vida, yo tengo un altillo con cajas de zapatos donde guardo todo lo que quiero recordar. Y buscando he econtrado este dibujo, que el pobre está de todo menos nuevo. Además, prueba que la Guti sigue teniendo la misma firma ;)

lunes, 8 de enero de 2007

Psicodelia onírica



La noche me sorprendió desprevenido y te colaste en mi cabeza sin pedir permiso. Tumbado en la cama, recordé ese pasado que nunca ocurrió. Sentí nostalgia de aquellos momentos que nunca vivimos juntos.

I've searched, searched, searched my whole life

to find, find, find the secret

and all I did was open up my eyes

baby we can do it, we can do it alright

Do you believe that we can change the future?

Do you believe I can make you feel better?

sábado, 6 de enero de 2007

Have you confessed?

You thrill me, surround me, you fill me
You send me, you put me in a trance
You feel me, inside me, you take me
You fill me, you put me in a trance
Erotic, erotic
Put your hands all over my body





jueves, 4 de enero de 2007

Arquitectura efímera

Habrá que empezar a asumirlo, por el momento hemos fracasado. Los motivos que nos llevaron a tomar esta decisión no nos están llevando a nada. Siempre supe que es mejor, cuando hay que hablar de dos, empezar por uno mismo. Pero hoy puede que me haya dejado embargar por la arrogancia: es una culpa que desde luego no pretendo aguantar sobre mis hombros.

No has roto conmigo, has roto contigo. Has construido un escenario a tu alrededor en el que ha desaparecido todo lo antes era tuyo, y lo que era mío. Lo que era nuestro. Huyes, escondes la cabeza. Te refugias donde sabes que no puedo llegar.

Pero lo que no sé si sabes es que tu arquitectura está llena de significados simbólicos, sintéticos. Y yo sé leerlos.

miércoles, 3 de enero de 2007

Como una cabra en un garaje

A los pocos días de compartir el canto a la revolución de Eva y Juan, el mundo se despidió del año con dos acontecimientos opuestos a lo que se propone en dicho himno.

El primero de ellos, el llamado ajusticiamiento de Sadam Hussein (grandísimo hijo de puta, por cierto). Pero aún no me cabe en la cabeza cómo el castellano (lengua fijada, brillante y espléndida) utiliza esa palabra para estos casos. Si el ajusticiamiento merecido consiste en llevarle a la horca, ¿en qué consistiría el ajusticiamieto de Bush? ¿Y el del bigotes? Porque al final todo es tan relativo... Por lo visto delito contra la humanidad no debe ser invadir un país en busca de armas fantasmas. Ni utilizarlo como broma en campañas a posteriori. Ni siquiera que el presidente de un país echado a la calle (aquella vez si que éramos más que los del foro de la familia y cuatro meapilas más) diga que la ciudadanía apoya una guerra debe ser atentar contra las personas. Al menos un atentado contra nuestra inteligencia sí que es. El caso es que da como para pensar un rato... Por cierto, bravo por Cuatro: Propósito para el 2007, no invadir ningún país. Sobran las palabras.


El segundo también da que pensar, pero tal y como están las cosas en este país mejor te tomas una caja de ibuprofeno antes de hacerlo. Te levantas un día y ves en las noticias, entre café y tostadas, que ETA (en otros tiempos, cuando interesaba utilizar eufemismos, conocido como grupo independentista vasco) ha vuelto a la carga. El país contiene el aliento. Y es entonces cuando comienza el bombardeo de información, de dimes y diretes. A la extrema izquierda aparece un personajillo diciendo que ocurre porque el Gobierno no otorga ningún gesto de negociación. Al extremo contrario aparece la nueva versión de la teoría del caos con la que ya empezamos a familiarizarnos: España (una, grande y libre) está en peligro porque cedemos ante el terror. Que la profecía apocalíptica de su partido se ha cumplido. Y aparece la AVT, con su séquito de jubilados-sin-nada-mejor-que-hacer detrás. Y aparecen banderas de España. Y a mí me da algo.

No sé si hemos perdido el norte o es que simplemente yo estoy aún en el despertar de los mundos de Yupi. ¿Dónde están los límites del juego? ¿Hasta cuándo vamos a sufrir la intoxicación, la manipulación? Esos sí que son armas de destrucción masiva.

Estoy muy confuso. Alucinado. Decepcionado. Perdido. Estoy como mi amiga la cabra en el garaje.

lunes, 1 de enero de 2007

Declaración de intenciones

Propósitos para el año nuevo:
Quiero vivir, quiero gritar, quiero sentir
el universo sobre mí,
quiero correr en libertad,
quiero llorar de felicidad.