Vamos, que te pasa que dirigirse al Consulado para hacer papeles (y mira que me gusta poco la burocracia) es una excursión que haces diría que incluso con gusto. Eso de mirar a la cara de otro y saber que hay una red implícita que os une (ya lo sé, entre el Tuenti y el Facebook estoy traumatizado) hace que a uno le salga regalar una sonrisa.
En fin, que el motivo de mi visita fue registrarme como residente temporalmente en el extranjero. Esto me permitirá votar en las Elecciones Generales y al Parlamento Andaluz (¡ja!) si todo sale según lo previsto. Lo siento delfín, pero el Gobierno ha decidido arreglarse con tu amiga la Erasmus ahora que le conviene.
Además de la batalla Obama-Clinton y la dimisión de Prodi, en esta península hay cabida en televisión para la política española. Para más INRI tengo Internet y satélite en la cocina, así que la curiosidad me puede y estoy de lo más informado. Y la verdad es que desde lejos, como el bombardeo no existe, uno se lo toma con mucho humor y relajación.
Hace días supe lo de Gallardón… Vaya, vaya Marianito, ¡qué cagada te has pegado! Desde luego, guste más o menos, este hombre era la esperanza del PP para ganar el voto centrista que es el indeciso al fin y al cabo, y es el que hace ganar las elecciones. Seamos realistas: el que es sociata votará o no, pero no votará al PP; el pepero nunca votaría al PSOE.
¡Coño Mariano, que con Gallardón hasta los gays en Madrid se creen que el PP es un partido de centro!
Lo peor es escuchar declaraciones tipo: "He hecho lo mejor para mí, quiero ser Presidente" (toma castaña); o saber las pataletas de Espe a lo si Gallardón va en las listas yo más y mejor. Con este panorama es normal que el hombre diga que se va, porque aguantar tanto mamoneo no debe ser ni bueno para la salud. Llegamos entonces por lógica aplastante, aritmética simple y física clásica newtoniana a que, Oh My God, tenemos a la única e inigualable Ana Botella como alcaldesa de la Capital (como diría la gran Elvira Lindo, con Chemari como Primera Dama). Los vello comoscarpia, zeniore.
De la parte de Sapatánsar Rodruigues la verdad es que llega menos ruido, solamente el tema de que aseguran la ilegalización de ANV. Mmm, ¿nos lo creemos? Creo que de esta respuesta depende bastante que el esfuerzo que tenga que hacer para ir a votar merezca o no la pena. Aunque ya se sabe que en este país hay algunos jueces que, aunque se sigan los procedimientos, a la hora de la verdad echan el peo aún teniéndose pruebas tan evidentes como se dice que se tienen… El tufillo a impuesto revolucionario tan manido a estas alturas.
Se avecinan tiempos moviditos… Uy, lo bien que me lo voy a pasar con la campaña jiji.