jueves, 27 de marzo de 2008

Ciao Milano
Ancora Ciao...Alicia
Fammi tremare di nuovo. Fammi sentire il mio cuore battere più forte. Fallo parlare, fallo gridare. Fallo cantare.

martes, 18 de marzo de 2008

(Aún más) Cosas que hacen que la vida valga la pena.
Et elle passe en un instant comme fanent les roses...

Los idiomas. Los sonidos de los acentos. La música del Italiano. Viajar. Las visitas cuando estás fuera de casa. Visitar cuando están fuera de casa. Los abrazos que huelen bien y están calentitos. Las letras de las canciones que parecen robadas de tus pensamientos. El queso. El café. La sobremesa. Salir a la terraza a tomarte el café al sol, cerrar los ojos y aparecer en el porche de tu abuela. El chocolate negro. Los amigos que están lejos pero que sientes cerca. Los colegas de juerga. El tiramisú. Los cannoli. La playa de noche. La arena fría y la Luna reflejada en el agua. Mi perra. La siesta. Los sueños. La intuición. Recordar y sonreír. Recordar y que se te empañen los ojos. Recordar y sonreír mientras se te empañan los ojos. Sentir. Saber que te echan de menos. Echar de menos.

Porque te recuerda que sigue habiendo sangre nadando dentro de ti. Porque te recuerda que nada por algo.

jueves, 13 de marzo de 2008

He de reconocer que, al ser de espíritu débil, me he dejado barrer por la inercia del tsunami bipartidista. Así que para que Llamazares no se me mosquee, hoy empezaré hablando de él.

Ciertamente es una putada que Izquierda Unida se vea tan perjudicada por un sistema electoralista tan criticado como el español. Realmente tiene su puntillo absurdo que un partido nacional quede tan empequeñecido con respecto a partidos autonómicos cuando hablamos de representación en el Congreso de los Diputados (de todas formas, no sé de qué coño se quejan tanto cuando luego se queda vacío si hay partido de la Champions, pero en fin). Tanto IU como UPyD, el nuevo partido de Rosa Díez (también conocida como la sociata que no se atrevió a decir que era pepera, y que habla incluiso de boicots, ¡qué tema de mujer!), superan por muchos votos a otras coaliciones y, sin embargo, se quedan con una mano delante y otra detrás: en el grupo mixto ése, que suena fatal, y en el trocillo gris del arco parlamentario tan mono que ponen en todas las teles con el cartelito de OTROS (socorridísimo eufemismo de “los que me la peláis”). ¡Normal que estén tan enzarpaos!

Sin embargo, hay un cierto tufillo hipócrita en el discurso que defienden que me parece a mí que huele. Y es que si bien es cierto que a los partidos minoritarios se les discrimina favorablemente, también lo es que afecte a todos por igual (PSOE y PP incluidos), y que ellos tenían muchísimo más apoyo años atrás cuando existía el mismito sistema tan injustísimo. Además, ¿les parecería igual de mal el tsunami bipartidista si diera la casualidad de que ellos formaran parte de él, o si el peso de los votos les beneficiara? Porque dime tú si los demás partidos no están más callaos que putas.

No, el principal problema de Izquierda Unida no ha sido ése. Su problema ha sido que cierta parte del electorado, cagado por lo que pudiera pasar, ha preferido sacrificar su voto para no ver a Mariano en la Moncloa. Es ese voto de la izquierda radical absorbido por el PSOE que tanto reclama Miguel Ángel Rodríguez (más recordado por su guiñol que por cualquier otra cosa). Digo yo que esforzándose tanto en intentar dejarlo claro da por supuesto que todos sabemos que el de extrema derecha está fagocitado por el PP desde hace tanto tiempo que ya es algo intrínseco a su naturaleza.

Y, ciertamente, es una pena que esto pase. Porque, aunque mi delfín me putee, al PSOE no le queda otra que girar al centro en ciertas ocasiones: al fin y al cabo un partido que gobierna un país en democracia no estaría representando a la mayoría de los ciudadanos (que en la teoría es lo que se supone que debería ocurrir) si no es capaz de moderar sus tendencias cuando la situación lo requiere. Y sería interesante tener una segunda fuerza algo más representativa que le diera tirones de orejas de vez en cuando. Porque desde luego lo ideal es gobernar en minoría, y es bueno forzarlos a que se tengan que poner de acuerdo. Y si es con acuerdos puntuales mejor que con negociaciones a largo plazo. ¡Que trabajen, coño ya!

En cualquier caso, el descalabro ya le ha costado la renuncia a Gaspar. En el otro extremo, la victoria del PP (porque por si aún no os habías enterado ellos han ganado también, hombre) ha dejado a Rajoy visto para sentencia: no le han cortado la cabeza porque no estaría bonito, pero aplazan la ejecución a Junio y, de paso, quedan bien y todo…

martes, 11 de marzo de 2008

Y la niña de Rajoy resultó ser socialista.


Desde bastantes kilómetros de distancia, algunos españolitos seguíamos los datos de las Elecciones Generales pegados a la tele. Ana Blanco (con una camisa horrorosa, por cierto) y Lorenzo Milà, a los que les costaba trabajo esconder el confeti y los matasuegras desde que se conocieron los primeros resultados de los sondeos, repetían (y tripitían) una y otra vez las mismas informaciones.

Y todo hacía indicar que, después de cuatro años de histeria y Apocalipsis, de teorías sobre conspiración y colaboración con grandes atentados terroristas, con graves crisis, con la victoria de ETA, con la debilidad de la economía y con la debilidad del modelo de Estado, la mayoría de los españoles seguiría equivocándose prefiriendo la misma mierda conocida a mierda nueva por conocer. Se podría deducir, entonces, que los imbéciles que habíamos errado votando a la izquierda la pasada ocasión nos habríamos vuelto más imbéciles todavía, y que en nuestro camino de imbecilización habíamos arrastrado de paso a unos cuantos pobres inocentes más. Coño, ¿pero cómo era esto posible?

Quizás porque el Partido Popular había subestimado a los españolitos desde el momento en el que asumió que nuestra decisión de no darle nuestro voto había sido un despropósito, y asumió que nos haría el gran favor de mostrarnos cuán equivocados estábamos. Asumió que el perder las elecciones hace cuatro años fue un error nuestro, y que no estaba dispuesto a aceptar pulpo como animal de compañía. De hecho, tan grande fue la rabieta y el sopapo que les ha dejado dando palmas con las orejas hasta el día de hoy.

Y es que la niña de Rajoy, que tiene muchos cojones ella, empezó a darse cuenta en aquel momento de que su padre se dedicaba a rebatir en vez de a debatir, a exigir, a intoxicar en vez de proponer, a trabajar por una oposición destructiva en vez de productiva para el país. Que se dedicaba a perder más el tiempo en tocar los huevos que en hacer algo de provecho. Y, sobre todo, a quedarse sólo en el Parlamento.

Era, sin duda, demasiada ventaja la que le estaba dando a ZP, que se dedicaba a buscar propuestas y a desarrollarlas. Con más o menos acierto, con más o menos apoyo. Pero con mucha menos verborrea y con más eficacia, necesitando pactos con otras fuerzas. Sin dramas ni alarmismos. Haciendo mucho menos ruido que Mariano. Yo que le echaba tanto en cara que no se defendiera con más fuerza, y ahora cada vez tengo más claro que haciendo menos alarde te llevas menos hostias. Perchè piano, piano, si arriva lontano.

miércoles, 5 de marzo de 2008

¡A votar!


Como soy más chulo que un ocho he cumplido con mis derechos como ciudadano antes que nadie, incluso antes de los mismísimos Sapatánsar Rodrígües y Dajoy. Y encima desde el extranjero, ¡ha!

Yo es que soy de esas personas que opinan que el voto no es un derecho, si no un deber. Porque no podemos dejar pasar la oportunidad de dar nuestra opinión, de elegir a las personas que queremos que nos representen. Por mucho gilipollas que haya suelto, alguno tiene que encajar contigo.

Yo, niñato veinteañero, no entiendo la indiferencia de mi generación ante la política, no entiendo la inconsciencia de no ver la suerte de vivir en democracia. De no ver que hace pocos años si opinabas en este país tenías todas las papeletas para ir al paredón, o que de haber nacido unos cuantos paralelos más abajo las pasaríamos muy putas.


Por suerte, además de opinión propia “a priori” tengo un Canal 24 Horas estupendo y un delfín y un opá que me mantienen informados vía noticias-mail. Y de nuevo por suerte, de vez en cuando nos da por copiar buenas ideas en nuestro país, como la de los debates electorales. Pero si en su debate Sego-Sarko pusieron toda la carne en el asador, el ZP-Rajoy estaba tan enlatado y almidonado que, al menos a mí, me dejaron a medias. Y todos sabemos que eso está mú pero que mú feo.
Uno histérico, con el ojo dándole vueltas a lo Marujita Díaz, con las mismas acusaciones de siempre. Y el otro, también como siempre, sin defenderse con sus logros, sino atacando con los errores pasados. Ambos dando muchos datos tergiversados (¿quién coño se dedicó a perder el tiempo haciendo esas gráficas tan cutres?) y que encima la mayoría no entendemos (seamos serios, ¿qué porcentaje de la población entiende de economía?). Ambos muy sentidos, muy a lo madre Pantoja de todos los españoles, de las españolas, de los viejitos, de los seres humanos, de esa niña que crece en España, con ambiciones, con expectativas.

Y lo que yo digo, ¿si la niña es bollera y roja también te preocuparías de ella Mariano?

Yo sin duda me quedo con una las frases de Rajoy: “Si usted hubiera hecho lo que yo decía no le hubiera apoyado, le habría aplaudido”. Y no me doy dos besos porque no llego, vamos... Así se resume lo que él entiende por democracia. Bueno, así y con los vergonzosos spots electorales que han vomitado los publicistas del PP. Buon apetito...