viernes, 23 de enero de 2009

Mierda, ya es otra vez febrero.
¡JoderQué tarde voy a llegar!

Se anuncian lluvias de palos para aquél que decida contarme lo buena que es la vida del estudiante. Llegan las entregas de informes de prácticas, de trabajos, días infinitos en la biblioteca, de exámenes non-stop. Días de tener que pensar en cuestión de segundos en transferencia de calor, en gestión de stock, en medias móviles y series temporales, en turbinas y bombas, en control de emisión de gases. Días de estrés, de falta de sueño, de mi ira desmedida, de pesadillas.

Pero yo puedo aguantar mucho más que eso. No van a poder conmigo.

Así que Sigmund Freud, analiza esto.

I'm gonna suspend my senses. I'm gonna delay my pleasure. I'm gonna close my body now.

¿Eso es todo lo que sabéis hacer?

I guess I'll die another day...

jueves, 15 de enero de 2009

A ver cómo escribo esto para que no se me malinterprete...


Yo soy el primero que me intereso por las cosas que pasan en el mundo. Según me pille la época me indignan o entristecen, me dejan sin palabras, sin respuestas. A veces me siento impotente y otras, por qué no decirlo, me la pelan. Supongo que debería estar curado de espanto, cuando aquí nos tiramos de los pelos por los acentos o porque no sabemos si somos nación, realidad nacional o la madre que nos parió. Si total, la cuestión es pelearse por meterle el dedo en el ojo al de al lado.


Y el bombardeo de Israel en la franja de Gaza es una de estas cosas, que por más que las pienses, te siguen pareciendo inexplicables. Me acuerdo de que cuando estudiaba Historia en el colegio yo siempre pensaba que los grandes conflictos en el mundo eran cosas de un pasado que yo no había vivido, y que ese tipo de barbaridades ya no ocurrían.

Benditas ocurrencias adolescentes
.


Imágenes
. Noticias. Datos. Heridos. Gritos. Muertos. Explosiones. Disparos. Y entonces el mundo se levanta.


Oye
,
que a mí me parece muy bien que la gente se manifieste. Es algo que respeto profundamente y que (en ocasiones) comparto. Pero la verdad es que mi pragmatismo me impide hacerlo en situaciones como ésta.


Lo que quiero decir, es que no acabo de entender demasiado bien lo que pretende la cantidad de españolitos en la calle exigiendo que ZP vaya allí a decir que dejen de pegarse tiros. Es decir, yo entiendo la manifestación de la repulsa, me parecería un mundo podrido el que no reaccionara ante algo así. Pero sigo pensando que a miles de kilómetros de aquí, donde las personas viven una realidad diaria, les importa más bien poco que unos cuantos salgan a la calle en contadas ocasiones a exigir que dejen de matarse porque está muy mal. Perdonadme, yo es que para ciertas cosas soy excesivamente poco romántico, pero es que ver cómo la gente se implica tanto y luego se olvida cuando vuelve a su casa me corta la digestión.


Evidentemente conflictos como el que está masacrando a cientos de civiles en Gaza no surgen de un día para otro. Me parece que la gente toma ciertas cosas demasiado a la ligera y, si bien soy de los que opino que estas cosas no deberían pasar a estas alturas, creo que no se deberían dejar de contextualizar los hechos y entender que son situaciones de tensión permanente las que llevan a este tipo de cosas.


A ver Danielo, que te estás haciendo la picha un lío.


Así que para muestra, un botón. Visita del Maccabi de Tel Aviv a Málaga. Dime tú, porque yo no lo entiendo, qué coño pintarán en el Martín Carpena un grupo de alborotados manifestantes con sus camisetas de "Yo también soy de Gaza", y cara de no haber visto un balón de baloncesto en su vida. Vamos a ver, señores... Como diría el niño melón, no hay que meterlo todo en la cazueletilla de la mayonesa. Para empezar, me apuesto los brazos y las piernas a que la mitad de los susodichos serían incapaces de situar Gaza en un mapa. Y para seguir, que alguien me explique, por favor, la culpa que tendrá el equipo (del que más me la mitad no son israelíes) de los bombardeos.
Pero es que lo peor de todo es que, a juzgar por sus sonrisas a lo Pantoja (enseñando dientes) parece que se lo pasan de puta madre haciendo que las extremas medidas de seguridad que se han desplegado estén pendientes del cirio pascual que están montando.


Y digo yo, ¿no sería mejor un poco menos de circo y un poco más de respeto?

martes, 13 de enero de 2009

Hoy estoy mosca.

Y es que ya me han inflado los coj*#%s suficiente este año con el tema del andaluz. Porque hoy en día todavía hay españoles (de esos con un hueso en el centro del cerebro) que asocian el acento andaluz al no saber hablar y al analfabetismo.

Vamos, que los hay que se creen que yo voy por la calle
arrancándome por alegrías, fandangos o bulerías (y eso que ni siquiera saben lo que son). Los hay de esos a los que les falta tirarnos cacahuetes para que les contemos un chiste. Ya ves, si hay hasta de los que osan decirme que es que en Málaga estamos acostumbrados a la gente barriobajera...

Yo me pregunto si esto de la libertad de verborrea consiste en acercar una alcachofa al primer individuo con diarrea mental que pase por allí.

Pero bueno, no seré yo quien impida a
cada uno pregonar su ignorancia a su libre parecer. Por mi parte, seguiré cada vez viajando más, estudiando más idiomas y conociendo a más gente de fuera.

Y cada vez con el acento más cerrao. Lo siento Montse, es lo que hay. Arsa, quillo. Ariquitaun.