miércoles, 7 de marzo de 2007

Sociedad estacionaria: Evolución nula por unidad de tiempo

Una de las modas más recientes en la llamada Era de la Información es la de la prensa gratuita, a la cual me confieso adicto. Acostumbro a leer estos periodiquillos de todas las razas y pelajes (no, tampoco en esto nos libramos del partidismo) para ver un poco lo que opina el mundo.

Y es precisamente en la sección de opinión de ADN (que en un alarde de imaginación se titula "Xpresate", y que a mi me incita a hacer comentarios verdes) donde nace la razón de escribir este post. Anonadado me dejan mis conciudadanos con sus comentarios.

Primero escribe un señor muy disgustado porque le han llamado carca. Pobre. El insulto viene a raíz de que el susodicho hubiese comentado anteriormente que se manifiesta "contra la opción de llamar matrimonio a la unión entre dos personas del mismo sexo, lo que ni el derecho natural ni la historia de la humanidad jamás han reconocido con dicho término".

...

En serio, ¿qué? Quizás habría que recordarle a este señor que en su momento el matrimonio civil ya creó un gran revuelo, porque una unión de este tipo jamás había sido reconocida con dicho término.

Pero no se da por satisfecho, y contraataca: "Menos en dos o tres países del mundo y el nuestro, matrimonio es la unión esponsal entre hombre y mujer. Así que hay decenas de naciones carcas y retrógradas según el pensar de estos lectores". Supongo que da a entender que las civilizaciones actuales son ejemplos a seguir. Quizá crea que en la mayoría de los países del mundo la gente se expresa libremente, que se respetan sus derechos o que las mujeres no son vejadas por su sexo. Utilizar como argumento que a lo largo de la historia algo no ha cambiado (o que ese algo es común dentro del grueso de la humanidad) me da yuyu. Evolución nula, y mucho menos revolución. El "panta rei" a la basura.

De cualquier modo, no quiero que se me malinterprete: estoy totalmente de acuerdo con él, el término matrimonio debería reducirse a la unión entre un hombre y una mujer... por la Iglesia. Que para algo es un sacramento, y lo nuestro un país laico.

Pero el segundo artículo es sin duda el que más me pasma. Con motivo del día de la mujer trabajadora, una lectora escribe que "¿por qué un día de la mujer trabajadora y no un día de la madre con varios hijos?". Todos sabemos que las mujeres trabajadoras pierden automáticamente la posibilidad de tener hijos, y viceversa.

"Habría que tener en cuenta que la atención que presta la mujer a su familia será siempre su mayor dignidad, cuidar de su marido, de sus hijos -de los abuelos si los hay- crear un entorno suyo acogedor y formativo."
¡Agárrate las meninges que vienen curvas!¡Su mayor dignidad! Es decir, que las mujeres solteras, lesbianas, estériles, aquellas que no quieren tener hijos (o que no tienen maridos imbéciles que no pueden cuidar de sí mismos) quedáis despojadas de vuestra mayor dignidad. Vaya tela... Me recuerda a un código de conducta de la JONS para las mujeres que me ha comentado la loca de las carpetas de colores (básicamente decía: no hables mucho y...trágatelo todo).

Pero es que hay más: "La labor de la mujer en casa no sólo es una función social, sino que puede ser la función social de mayor proyección. Una madre de familia forma a sus hijos en profundidad, en los aspectos más básicos, y puede hacer de ellos, a su vez, otros formadores, de modo que se cree una cadena ininterrumpida de responsabilidad y favores." Según entiendo, esto viene a decir que donde se ponga una madre pantoja que se quite todo lo demás.

¿Hacia dónde vamos?

1 comentario:

Anónimo dijo...

En realidad, podría incluso comulgar con el argumento de esta mujer si no fuera porque se le olvidó la mitad más importante del discurso: estoy de acuerdo en que la función social de mayor proyección es la que se hace educando a tus hijos (tú, no los profesores en 5 horas al día), para que luego salgan buenas personas y buenos ciudadanos (que al fin y al cabo es lo mismo): es decir, con herramientas que les permitan ser felices y, por ende, hacer felices a los demás... o al menos no meterles el dedo en el ojo.

Pero esta función social no cumple su función (y valga la redundancia)porque la madre se quede en casa dedicándose en cuerpo y alma a tal labor, y renunciando a todas las otras esferas de su vida. El objetivo sólo se cumple si los hijos reciben una educación completa, fomentada por TODOS los miembros de la familia, no sólo la madre (vamos, que si hay padre tiene que mojarse, y que un padre como dios manda también sería perfectamente válido para quedarse en casa consagrado en exclusiva a sus churumbeles y a su esposa). Y, sobretodo, cuando percibe que sus padres son personas completas, que luchan por realizarse en todos los ámbitos y que, si han decidido quedarse en casa, lo hacen porque prefieren, no porque sea "su mayor dignidad". De lo contrario, los críos acaban reproduciendo estos patrones sociales de "mi mayor dignidad" y "cuidar de mi marido"...

...Y mandan a los periódicos cosas como "¿Matrimonios entre personas del mismo sexo? Eso nunca ha sido así en la historia". Y esa súper madre, probablemente, está haciendo a sus hijos unos infelices: si son niñas, atándolas a un rol que quizá no quieran elegir; si son niños, porque cuando crezcan y se echen una novia con un buen par de ovarios en su sitio, les van a dar palos hasta en el cielo de la boca.

No sé si me he explicado bien, porque estaba sintiendo la vena de la vocación frustrada hinchárseme por momentos: ¡¡de educación y formación irás a venir a hablarnos!!

Hay, creo, otros 3 problemas: que el día de la mujer trabajadora sólo se dedique a las que trabajan fuera de casa, como si las otras se rascaran el pie; que haya que celebrar tal día; que haya muchas "femmes politiques" que se dediquen a echarse piedras sobre su propio tejado, sacando partido del rol atribuido de "madre y esposa" (que, por cierto, por una vez y sin que sirva de precedente, en esto nuestra Vicepresi me parece digna de admirar, porque puede ser tan Teniente O'Neill como el macho + macho). Esto llevo yo diciéndolo un tiempo, pero hoy el Sr.Innenarity (que por cierto, conferenciará en Bordeaux a finales de marzo) lo argumenta mucho mejor en la tribuna de www.elpais.com...

Y de lo de los gays es que directamente no comento nada... ¿Hacia dónde vamos? Me temo que hacia donde nos merecemos.

¡¡Hala!! Este comentario vale longitudinalmente por 3 ó 4!!