sábado, 28 de junio de 2008

Esta noche he tenido un flash-back a cuando tenía 16 años…

Como soy una de esas personas que no paran de rumiar pensamientos (no por gusto, que más me gustaría a mí despejar mi cabeza alguna vez), me examino y me puteo constantemente. Cuento además con una conciencia que a veces mira demasiado poco por mí, y me hace ver que soy el mayor mierda que se haya parido. Y, aunque opine que es necesario para evolucionar, la verdad es que es agotador.

De mi etapa adolescente recuerdo que, en mis relaciones amorosas/sexuales, era bastante…digamos juguetón: me gustaba jugar a tirar el anzuelo, a ver quién picaba. Muchas veces era porque me encaprichaba, y cuando picaban dejaban de interesarme. Otras lo hacía sólo por demostrarme a mí mismo mi poder de convocatoria. Era algo que me divertía, pasármelo bien pensando solamente en mí.

Afortunadamente, mi Pepito Grillo post-pubertad se dedicó a borrar de mi sangre, tejido cerebral y bajo vientre los vestigios de semejante enfermedad. O al menos eso creía yo…

Pero hoy me he dado cuenta de que aquel niñato que intenté mandar a la mierda en su momento ha encontrado la forma de esquivar mi exorcismo: ese cabrón sigue dentro de mí. Lo peor es que ahora juega sin que yo me dé cuenta de ello, o puede que sea que vuelvo a llamarme mierda porque los demás se tomen la libertad de pensar cosas que no son.

Ya tuve algún brote esporádico (pero controlado), tan apetecible como peligroso, antes de hacer las maletas. Pero creo que la falta de práctica ha hecho que se oxiden mis recursos y se me vayan las cosas de las manos. Normalmente yo sabía cuándo estaba jugando. Incluso sabía con quién podía ponerme a pescar, quién me devolvía el juego y quién iba en serio. Pero ya, no.

Esta noche he vuelto a casa corriendo de madrugada. Tenía la sensación de querer escapar de mí mismo, la sensación de que algo doloroso me estaba persiguiendo. Creo haberla cagado con alguien con quien he procurado por todos los medios tener el mayor cuidado posible.

Y, effettivamente, hay un sms esperándome en la mesita de noche…

lunes, 23 de junio de 2008

L'Italia, il paese della pizza, la
pasta... e certo, del calcio.

De ahí que de un tiempo a esta parte los italianos hayan pasado de hablarme de
la España de Zapatero a la squadra spagnola. Porque en este país el fútbol tiene el poder de eclipsar todo lo demás.

Yo, que normalmente tengo mala pipa, me apiado de los que se me acercan porque en el fondo intentan ser simpáticos, pero creo que no es un secreto que a mí el Deporte Rey me la pela. Así que finjo que me interesa la conversación, con la habilidad de intentar que no se me note que no sé una mierda del tema.

Y la verdad es que, en el fondo, el rollo de los campeonatos me trae recuerdos, y el hecho de que sea la selección consigue que incluso me sienta identificado con lo que viven los jugadores en el campo. Eso, unido a la euforia que se contagia, consiguió que hasta me pintara la cara para ir a ver el partido al bar, en plan cañí total. Y era para vernos: mezclados entre los italianos, con todos los Erasmus españolizados con banderas pintadas y camisetas rojas y amarillas, fuesen griegos o polacos. ¡Pero si hasta los franceses gritaban por España!

Una vez acabado el partido, con la emoción de los paradones de San Iker y tras las felicitaciones de los azzurri, nos fuimos a la plaza a celebrarlo. Pero si lo llegamos a saber...

A nuestra alegría algunos deficientes nos contestaron escupiéndonos, y con sillas y mesas volando. Menos mal que estos animales no son la mayoría, y fueron los propios italianos los que vinieron a defendernos. Espero que no les dé a los armarios del gimnasio por lanzarme las pesas, que yo no soy nada bueno haciendo paraditas a lo Casillas...

miércoles, 18 de junio de 2008

Usa la cabeza. Protege tu vida de virus. Uno de los virus que navegan en la red me ha jodido. Mi ordenador se ha quedado en blanco, justo como cuando vino al mundo. No han sobrevivido ni fotos, ni música, ni conversaciones, ni borradores con mis desvaríos.
Nada.
Nunca pensé que me sentiría identificado con Carrie Bradshaw...


Do Backup!!!


Al menos en esto tenemos otra oportunidad para purgar nuestros errores y empezar de cero.

jueves, 5 de junio de 2008

Ho VoGLia

Di Te


¿No os pasa que hay veces que te gusta tanto un libro que pospones todo lo que puedes su final? Y lees despacio, concentrándote en cada detalle, aprovechando cada momento con sus personajes, preparando la despedida. Tomándote tu tiempo para decirles adiós. Porque sabes que se irán, y vuestras vidas se separarán sin que volváis a tener noticia. Poco tiempo para decir todo lo que se queda dentro, todo eso que no quieres guardar para cuando sea demasiado tarde. Poco tiempo para ir aceptando el cambio de las cosas, encajar cómo acaban, aunque no te gusten, aunque no sean como las esperabas. Perché il gioco della vita non si ferma. Non si deve fermare. E l’amore ha le sue regole, bellissime e sempre diverse da come le avevi sognate.

¿No os pasa que hay veces que te identificas con algún personaje que no tiene nada que ver con vosotros? Pero le entiendes, y sientes que compartís vivencias que os hacen cómplices de un sentimiento, de un pensamiento. De un gran sueño, a la vez vuestra mayor pesadilla.

Ricorderò e comunque e so che non vorrei, ti chiamerò perché tanto non risponderai. E ti scorderai di me...


Y recuerdas, y piensas, e imaginas. Ed io vorrei soltanto che la notte ora velocemente andasse, e tutto ciò che hai di me di colpo non tornasse. Perché non c’è niente di peggio di chi si aspetta qualcosa... E non trova niente.

È giusto cercare di rivivere una storia d’amore che è stata così bella e importante o è meglio chiuderla per sempre perché è comunque impossibile ritrovare quell’antica magia? Acabar para siempre. Aunque antes dijeras y supieras que era para siempre, aunque supieras que nunca te irías. Porque era una certeza, era tu certeza, la vuestra. Fuerte y segura como un candado, cerrado, con la llave nadando en el Tevere.

E voglio amore tutte le attenzioni che sai dare, e voglio indiferenza se mai mi vorrai ferire.

E, inevitablemente, gente que pasa por nuestra vida, a la que queremos, que nos quiere, con las que hemos vivido tanto, se van lejos, dejando espacio a las que están por llegar, dejando espacio a lo que está por vivir. Sintiendo nuevas alegrías, aprendiendo a convivir con las sombras.

Riuscirò mai a tornare lì, dove sono gli innamorati? Io e te... tre metri sopra il cielo.

domingo, 1 de junio de 2008

Será que pienso, será que siento. Será que vivo, será que espero, será que quiero. Será que lo he hecho. Será que recuerdo, y no me acuerdo. Será.

Será que oigo, será que huelo, será que veo. Será la arena, será la sal. Será el Sol. Será la luz, la vida, la felicidad. Será.

Será que leo, será que escucho. Será que no oigo, que no huelo, que no veo. Será que recuerdo, será que no me quiero acordar. Será que te escondes, será que te pierdo. Será que tengo miedo.

Será que pienso, será que siento. Será.