Ho VoGLia
Di Te
¿No os pasa que hay veces que te gusta tanto un libro que pospones todo lo que puedes su final? Y lees despacio, concentrándote en cada detalle, aprovechando cada momento con sus personajes, preparando la despedida. Tomándote tu tiempo para decirles adiós. Porque sabes que se irán, y vuestras vidas se separarán sin que volváis a tener noticia. Poco tiempo para decir todo lo que se queda dentro, todo eso que no quieres guardar para cuando sea demasiado tarde. Poco tiempo para ir aceptando el cambio de las cosas, encajar cómo acaban, aunque no te gusten, aunque no sean como las esperabas. Perché il gioco della vita non si ferma. Non si deve fermare. E l’amore ha le sue regole, bellissime e sempre diverse da come le avevi sognate.
¿No os pasa que hay veces que te identificas con algún personaje que no tiene nada que ver con vosotros? Pero le entiendes, y sientes que compartís vivencias que os hacen cómplices de un sentimiento, de un pensamiento. De un gran sueño, a la vez vuestra mayor pesadilla.
Ricorderò e comunque e so che non vorrei, ti chiamerò perché tanto non risponderai. E ti scorderai di me...
Y recuerdas, y piensas, e imaginas. Ed io vorrei soltanto che la notte ora velocemente andasse, e tutto ciò che hai di me di colpo non tornasse. Perché non c’è niente di peggio di chi si aspetta qualcosa... E non trova niente.
È giusto cercare di rivivere una storia d’amore che è stata così bella e importante o è meglio chiuderla per sempre perché è comunque impossibile ritrovare quell’antica magia? Acabar para siempre. Aunque antes dijeras y supieras que era para siempre, aunque supieras que nunca te irías. Porque era una certeza, era tu certeza, la vuestra. Fuerte y segura como un candado, cerrado, con la llave nadando en el Tevere.
E voglio amore tutte le attenzioni che sai dare, e voglio indiferenza se mai mi vorrai ferire.
E, inevitablemente, gente que pasa por nuestra vida, a la que queremos, que nos quiere, con las que hemos vivido tanto, se van lejos, dejando espacio a las que están por llegar, dejando espacio a lo que está por vivir. Sintiendo nuevas alegrías, aprendiendo a convivir con las sombras.
Riuscirò mai a tornare lì, dove sono gli innamorati? Io e te... tre metri sopra il cielo.
3 comentarios:
Joder... Me has hecho llorar... y eso que hoy tenía las hormonas asentaítas..
Es bonito que dejen espacio... También es bonito, sin embargo, aquéllos que, cerca o lejos, nunca llegan a irse.
No sé si es bonito o no, pero es lo que hay. La gente que pasa y no se queda, ni cerca ni lejos, es porque no les corresponde el espacio que ocupaban.
Pero tù y yo nos tenemos desde hace mucho, lo nuestro es una certeza, es un candado. Tu y yo no nos dejaremos nunca :)
joder. Especialistas o no en aristas amargas (yo también lo soy en encontrarla, pero sigo "bien têtue" en quitarme esa manía, me rebelo contra mí misma una y otra vez, a ver quién gana)... Últimamente tú en lo q eres especialista es en arrancarme lagrimones macho. Me ha encantao la metáfora del candado.
como ahora toca frivolizar antes de q esto se metamorfosee definitivamente en un pastel lloroso... Sólo me queda añadir q estoy loca por recubrir el candado de helado de manzana!!
Bacione:-)
Publicar un comentario