domingo, 31 de diciembre de 2006

A ver si espabilamos los que estamos vivos, y en el año que viene nos reímos

Una vez más llega el último día del año y casi sin poder remediarlo echo la vista atrás, obteniendo un collage de imágenes y sentimientos. Sin duda, el que acaba ha sido un año intenso, tanto para lo bueno como para lo malo. Pero creo que todo lo que me ha pasado me va conduciendo a conocerme mejor a mí mismo, para así permitirme corregir lo que no me gusta y potenciar lo que creo que es positivo.


Ha sido el año de las personas: las de siempre, las que adquieren nuevas dimensiones, las que llegan. Siento que reuniendo las situaciones que he vivido formo un punto de inflexión (segunda derivada nula) que reconduce mi vida con una nueva pendiente. Me siento con la capacidad de sorprenderme a mí mismo. Me siento water, my friend.

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