jueves, 17 de mayo de 2007

El otro día entré con el coche en el parking de un centro comercial de mi ciudad, pero cuando salí por la espalda del edificio me teletransporté a una nueva dimensión.

Saliendo por la puerta de atrás se llega a la parte de atrás.

Las tiendas, las calles, la gente... Me sentí visitante de un país desconocido e inquietante, de un mundo trágico e irónico. Me hallé viviendo otra realidad.

Mi ciudad me miró, me señaló y se descojonó en mi cara.

Me preguntó si era de aquí. Y yo, avergonzado y mirando al suelo, le contesté que no.

Paquito, la Málaga que se ve desde el balcón de tu casa es preciosa (y más desde que te ha dado por poner dinero donde te interesa).
Pero hay más.

4 comentarios:

AnA dijo...

mmmm.sí se nos cae la ciudad, a trozos como el amor en fase terminal.
besos
AnitA

¿CAMBIÓ LA MAREA? dijo...

Vergoncioso, no tiene otro adjetivo posible. Pero eso ya lo sabíamos. No sé si a él no se le cae la cara, desde luego en el vídeo bien no le sienta. Lo malo es que la gente le seguirá votando.

Eso es como siempre, en toda ciudad o país hay dos mundos totalmente distintos. Y éste no quiere darse cuenta de las necesidades de aquél.

DaNieLo dijo...

El problema en mi opinión es que existe un grueso de votantes del PP que no tienen un carácter crítico ante estas cosas como para "castigarlas", lo cual sí ha pasado con el PSOE (y muy bien castigados porque la cagaron mucho en su día).

El hecho es que los barrios de Málaga siguen pareciendo cada uno de un país distinto, y no por el crisol de culturas que es nuestra ciudad precisamente (estoy de un poeta que te cagas). Pero claro, es más importante traerse el mármol más caro para renovar el Parque (precioso, por cierto) que meter dinero donde de verdad hace falta.

¿No os encanta Ana, esa señora castiza perchelera del vídeo? Do it for Ana, Paquito!

¿CAMBIÓ LA MAREA? dijo...

Daniel... Hollywoodiense no sé, pero desde luego el guión seguro que almovodovariense es. Me sacaría de pobre, si me pusiera a escribirlo.

Con obstáculos y dificultades (ya sabes que cuando llega a ser una cuestión de yo y mi cabezonería, ella tiene la mala costumbre de querer ganar siempre), seguro que había algún Spielberg escondido entre el empedrado... :-)